La radio se mueve por
medio de la generación de ideas creativas, su historia y la gran competencia
con la televisión la ha obligado a ser un medio innovador por definición. Todo
esto se logra gracias a la materia prima de la radio: la creatividad.
La producción recae
en las técnicas y métodos utilizados para la combinación de los distintos
lenguajes de la radio; el proceso creativo de la radio requiere de la efectiva
conjugación de las voces, música, efectos sonoros y silencios en forma
coordinada y articulada logren el vínculo entre emisores y receptores por medio
de su obra.
Este proceso creativo
comprende una serie de etapas que inician con la creación de una idea plasmada
en un guion literario, en seguida se pasa a la etapa de pre-producción,
donde se elabora el guión técnico y después de la elaboración de este se pasa a
la etapa de producción y para terminar, con la etapa de posproducción donde
terminada esta se tiene un producto radiofónico.
Guion
literario:
El guion literario es
donde se plantea el contenido del programa, el cual debe ser llamativo y debe
dar una idea de lo que tratara el producto radiofónico; además del número del
programa, duración y formato. Se conforma de cuatro elementos indispensables: el inicio o arranque, en
donde se plantea el tema; el desarrollo, hasta llegar al clímax o
punto con mayor fuerza del programa, y el descenlace con el
que se concluye el programa.
Preproducción:
Una vez concluido el
guion literario, la siguiente etapa es la elaboración del guion técnico donde
se organizan los elementos que integran el lenguaje radiofónico, estos se
combinan y dan forman al mensaje que será producido en la siguiente etapa. Un
guion radiofónico se construye con los distintos elementos que integran el
programa: las voces o los locutores, la música, los efectos si los hay, el
tiempo que dotará ritmo al mensaje y los silencios que interactúan de forma
organizada y fluida para dar vida al programa. En la redacción de los guiones
se buscara que el lenguaje sea atractivo, sencillo y breve.

Elementos
principales del guion radiofónico:
A la hora de la
redacción, el guionista debe tener presente los términos adecuados para
combinar los elementos del lenguaje radiofónico, la inserción de la música, y
las indicaciones a los operadores o efectistas.
Los usos más
frecuentes de la música son los siguientes:
- · Cortina o cortinilla. Tiene como fin separar un tema de otro, por medio de un fragmento de música, de alrededor de diez a quince segundos, que no haya sido utilizada con anterioridad (lo que marca la diferencia) durante el transcurso del programa.
- · Puente musical. Permite separar ideas. Puede ser la misma música que ha permanecido de fondo.
- · Ráfaga. Al igual que la cortinilla, también sirve para separar contenidos en el programa, solo que su duración es menor, de cinco segundos, y marca una transición más corta y dinámica. La ráfaga es más usada para los formatos de noticias.
- · Golpe musical. Parte climática de la expresión instrumental que da fuerza y dramatismo al programa. Su duración es breve pero permite imaginar la situación presentada en el guion.
- · Fanfarria. Pequeño fragmento de música de instrumentos de percusión y metales para anticipar escenas heroicas o situaciones festivas.
Se pueden manejar
cuatro planos distintos para producir el efecto de la dimensión de espacio en
que se encuentran las voces (personajes o locutor) de la obra.
En el primer
plano se desarrollan las escenas de presencia máxima y de comunicación
interpersonal o cara a cara. Voz, música o efecto sonoro tienen la presencia
escénica de protagonismo.
En el segundo
plano o de interacción grupal, hace posible ubicar a los personajes
próximos a la escena que en seguida van a presentarse.
El tercer
plano es referencial y permite ubicar a los protagonistas en una
situación de relación más distante, se utiliza por lo regular para ambientar la
escena.
Los tres planos
sirven para inferir las dimensiones espaciales.
Otras acciones que se
utilizan en el trabajo de producción y que corresponden a los operadores de
audio son la mezcla que permiten la posibilidad de integrar distintos sonidos:
voz y música, voz y efectos, efectos y música o música y música; y las
disolvencias o fade que son acciones de salida o entrada de
música o efectos para permitir la entrada de otra música u otro efecto en el
momento de producción de la obra.
Producción:
También
llamada realización radiofónica es el momento culminante de la obra, la fase
donde se materializa todo el trabajo del equipo involucrado. Luego de una ardua
investigación y sinopsis de un tema aquí interactúan todos los elementos que
comprenden el lenguaje de la radio. Hay dos opciones de grabación dependiendo
de los objetivos del programa así como el tiempo, puede ser en frío, la
cual consiste en grabar las voces y los efectos rítmicos primero para luego
añadir música y los efectos grabados.
La
grabación en caliente permite integrar todos los elementos al mismo
tiempo, pero requiere de una mayor organización así como ensayar previamente
los diálogos, la música y los efectos.
Una
desventaja de las grabaciones en caliente es que tener tan solo un error en la
lectura puedes obligar a repetir largos segmentos del programa. Los programas
en vivo usan grabaciones en caliente, lo cual exige una mayor preparación en
todos los sentidos.

Posproducción:
La última etapa es la
de posproducción, es aquí donde se montan las voces, los
efectos y la música. En esta etapa dicta las acciones que se deben seguir y
también se pueden corregir pequeños errores, incorporar las rúbricas (música o
efectos característicos del programa) y dar ritmo y sentido al programa.
La
posproducción es la etapa final del proceso creativo de los mensajes
radiofónicos, terminada esta etapa del programa está listo para salir al aire
en la programación de la emisora.

